Búsqueda personalizada

jueves, 26 de febrero de 2009

Carta a Elsa el 13/07/2008: "Elsa"


Igual que a tu hermano quiero escribirte tu carta que guardaré para dártela algún día, un día que entiendas bien todo lo que en ella escribo.
Faltan muy pocos días para nazcas, en realidad ya no deberían ser más de cuatro, hoy es 13 de Julio 2008, pero nunca se sabe.
Tu padre y yo escogimos el momento de tener nuestro primer hijo, y también escogimos el momento para nuestro segundo. La intuición, como en la primera ocasión, me dio la razón, y cuando descubrimos que eras una niña nos emocionamos muchísimo. Yo me di cuenta de la mucha ilusión que me hacía en el momento en el que el doctor lo confirmó.
Quiero que sepas que tenemos muchas ganas de conocerte y de cuidarte. Hemos decidido que tu nombre sea Elsa, un nombre que nos parece muy bonito, especial y con personalidad. Adam ya te pronuncia e incluso te ha comprado un regalo para cuando vaya a verte al hospital, y tú también tendrás uno para él.
No puedo esperar el momento de verte y de estar los cuatro juntos.
Cierto es que estoy muy incómoda por el tamaño de la tripa, y pienso que vas a ser más grande que Adam cuando nació. A la misma vez quiero aprovechar el tiempo sintiéndote dentro de mí, aunque ya cada vez te mueves menos, debes estar tan incómoda como yo cariño.
Queremos ayudarte a aprender todo lo bueno que sabemos para que seas feliz, lo cual nosotros creemos que es el éxito más grande que se puede conseguir en la vida. Queremos ayudarte a descubrir lo que te gusta y queremos guiarte y aconsejarte para que cuando seas mayor escojas tus decisiones con toda la seguridad que nuestro apoyo te haya podido aportar.
Es muy bonito llevarte dentro de mí mi vida, y a lo mejor un día descubres lo que es ser madre, y lo cierto es que para mí es la experiencia más intensa que he vivido nunca.
Lo tengo todo preparado para tu llegada y ya sólo faltas tú. Eres como un viajero que viene de muy lejos y al cual se le ha preparado una habitación y un hogar para que se instale a gusto tan pronto llegue. Eres sangre de mi sangre y sólo nos separa la piel para poder tocarnos. En realidad ahora estamos más unidas que nunca, de la forma más íntima y más estrecha que jamás experimentaremos, y quiero que sea así en el futuro, que tanto tú Elsa como tu hermano Adam, encontréis en nosotros unos padres, y conforme vayáis creciendo y haciéndoos adultos, unos amigos a los que podáis acudir cuando lo necesitéis.
No me dio tiempo de acabar esta carta, naciste el día 15 de Julio. Parirte ha sido una experiencia increible para la que no tenemos palabras. Te pusieron encima de mí en el mismo segundo que todo tu cuerpo ya estaba fuera del mío, unidas todavía por el cordón umbilical.
Estamos viviendo de nuevo una de las etapas más bonitas de nuestra vida, Daddy y yo, y Adam está ilusionadísimo porque ayer fingimos un besito que le dabas pegando tu boquita en su mejilla. Él se siente muy especial por ser a la única persona que has besado a tus 12 días de vida. Te acaricia con delicadeza la cabeza a la misma vez que dice que eres muy pequeñita.
Él te conoció en el hospital a la mañana siguiente. Vino con Daddy y disfrutamos solamente nosotros 4 de ese momento tan único y especial, se mostró de lo más dulce e “intercambiasteis” regalos. No lo olvidaremos nunca. Abrazaros a los dos a la vez fue una sensación muy fuerte cargada de sentimiento.
Continuaría escribiéndote pero no acabaría nunca.
Igual que le escribí a Adam en su carta quiero que sepas que nosotros intentaremos enseñarte todo lo que sabemos para ayudarte a distinguir lo bueno de lo malo, para que seas buena persona, que eso sí que es importante, y dejemos el egoísmo y la incomprensión a un lado.
Todas esas cosas que tu padre y yo consideramos importantes son las que queremos darte.
Cuando seas mayor y llegue el momento en el que te sientas orgullosa de lo que haces, entonces no nos lo agradezcas sólo a nosotros, agradéceselo también a tus abuelos porque ellos nos han enseñado a ser como somos.

Te quiero sin fin.

Mamá

Carta a Adam el 17/03/2005: "Antes de que estuvieras"



Siempre lo supe. Sé que quería ser madre desde muy joven a pesar de los miedos y preguntas típicas de una adolescente. En aquel entonces era un sentimiento unilateral porque no tenía con quién compartirlo, hasta que conocí a tu papá. Desde el primer momento en el que Daddy y yo nos conocimos, tú estabas en nuestro pensamiento, un pensamiento que ahora se convertirá en realidad.

El día que supimos que existías dentro de mí, sentimos una felicidad impresionante y una emoción que no es posible expresar. Entonces comenzó un proceso de cambios, dudas, preguntas, sensaciones y también preocupaciones, ya que lo único que nos importaba era que estuvieras bien.

¡¡¡Qué ganas de decírselo a todo el mundo!!! Qué secreto tan bien guardado, hasta que llegó el momento de poder decirlo, para el cual no podíamos esperar.

A medida que mi tripa crece, crecen también unos lazos de unión entre tú y yo que sé que nunca se podrán deshacer. Muchas veces oímos que no es lo mismo para un padre, pero desde luego que tu padre es el hombre más especial de este mundo y los lazos de los que te hablo nos unen a los tres por igual, a decir verdad entre él y yo ya existen dos lazos que nada ni nadie podrán desarmar, el amor que nos une y tú.

Me siento por las noches en el sofá y me dedico a acariciarme la barriga y a observar cuando te mueves. Daddy pega el oído a ella para escucharte y dice que oye el latir del corazoncito que tienes. También te habla y te dice las cosas que vais a hacer juntos cuando nazcas. ¡Cómo le vas a querer! ya verás.

Dentro de tres meses estarás aquí y ya estamos preparando tu habitación y tus cositas. No queremos que te falte nada cuando llegues a casa. Estamos impacientes por verte. Como somos novatos, no sabemos que nos falta o que no, aunque a mí me da la sensación de que nos falta todo.

Si supieras las veces que pienso en el momento en el que te dé a luz no lo creerías. Tengo tantas ganas de vivir ese momento que no tengo miedo a nada. Imagino como vas a salir de dentro de mí y me emociono, así que ya entiendo que no podré explicarle a nadie lo que sienta, un sentimiento al que no habrá nada en la vida que se le asemeje lo más mínimo. Tú papá estará también allí y sólo él sabrá lo que estoy escribiendo ahora, y yo sabré lo que él estará sintiendo. No se puede compartir nada más grande en la vida. Sé que nuestras miradas se fundirán al tiempo en que te toquemos por primera vez.

¿A quién te parecerás? Estoy impaciente por verte, y estoy impaciente por que me mires. ¡Te he visto en una ecografía 4D y eres tan bonito! y se te ve tan tranquilo.

Si pudiéramos recordar todos el tiempo que pasamos en los vientres de nuestras madres, eso sí sería un regalo de la naturaleza, aunque la vida en sí ya lo es, ¿no?.

Hijo, te enseñaremos todo lo que sabemos, para que distingas lo bueno de lo malo, porque lo importante de verdad es ser buena persona e intentar dejar el egoísmo y la incomprensión a un lado.

Todas esas cosas que tu padre y yo consideramos importantes son las que queremos darte. Cuando seas mayor y llegue el momento en el que te sientas orgulloso de lo que haces, entonces no nos lo agradezcas sólo a nosotros, agradéceselo también a tus abuelos porque ellos nos han enseñado a ser como somos.


Te quiero sin fin.


Mamá


domingo, 22 de febrero de 2009

Un cuento

Erase una vez una niña, la mayor de 3 hermanas. Un día, alrededor de las 8 de la noche, se quedó sola en el comedor de casa, mamá estaba preparando la cena. Aquel programa de salud llamado "Más vale prevenir" lo daban siempre a la misma hora, el mismo día cada semana. Aquella noche, sola en el comedor, vió el primer plano de un parto, salío la cabeza después de mucho esfuerzo, aunque el realizador no se recreó, por supuesto. Para la pequeña Victoria aquellas imágenes fueron suficientes para salir corriendo hacia la cocina, con un espanto bárbaro, y sobreimpresionada le dijo a su mamá que no quería tener niños. Mamá le dijo que no se preocupara, que si no quería no los tendría, pero ella se mostró muy preocupada y le respondió:
- ¿Pero mamá, que pasará si mi barriga empieza a crecer y a crecer y no para?
Su madre la tranquilizó diciendo que eso no ocurriría sin más.
Desde entonces Victoria siempre tuvo mucho miedo a tener hijos, un miedo que fue remitiendo conforme fue creciendo y madurando.
Pasados unos años, bastantes años, Victoria se hizo toda una mujer, y a pesar de haber sido una adolescente bastante rebelde acabó siendo una persona de lo más tradicional, ¿quién lo iba a decir?. Se casó y tuvo dos hijos, y aunque el miedo que empezó aquella noche cuando era niña ya no existía, otros surgieron. Los deseos de ser madre le ayudaron a superarlos, pero en voz bajita os digo que tuvo miedo en los momentos previos a los dos nacimientos, cuando iba al hospital y cuando llegó el momento de empujar, pero esa es una situación que no queda más remedio que afrontar y esta es una de esas cosas que no se hubiera arreglado aunque hubiera salido corriendo, clarísimo ¿verdad?. Este miedo previo era un miedo transitorio, porque se fue tan rápido como llegó, cuando sintió que su cuerpo cedía cada vez más y daba paso a sus pequeños.
Victoria todavía se acuerda del ruido del pescado y el olor en la cocina mientras su madre lo freía aquella noche.

viernes, 20 de febrero de 2009

Mi primera carta.

Pienso mucho, ¿quizás porque dispongo de tiempo y esto me lo permite?. Estoy llena de sensaciones, sentimientos y reboso de unas ganas locas de vivir mi vida a tope, haciendo lo que me guste y no dejándome llevar por la corriente mientras pasan los años.
Desde luego ha sido mi maternidad la que ha hecho que despierte en mí el querer ayudar a otras mujeres. Siempre me ha gustado ayudar a los demás, pero por fin he descubierto lo que de verdad quiero hacer, quiero apoyar, respetar, amar, aliviar, aconsejar si se me pregunta, no interferir, presenciar, acompañar, transmitir energía, sujetar sus manos, compartir, acariciar, observar y dar.
Ojalá hubiera tenido la vocación cuando era jovencita, pero la vida te enseña y te forma. Soy madre de dos criaturas preciosas e irrepetibles, afortunada me siento de haber encontrado a la persona con quien comparto su existencia, la existencia de mis pequeños hijos. Afortunada me siento por haber dado vida y consciente soy de aquellas personas que querrían y la naturaleza no se lo permite. La vida en sí es un regalo. Afortunados somos todos los que podemos ejercer nuestro amor sobre nuestros hijos, y son hijos todos aquellos niños y niñas que criamos y que conocemos desde su infancia, a los que ayudamos a crecer, sean biológicos o no, verdad hermana?, verdad amiga?
Me gusta escribir, y mediante este medio quiero compartir con vosotros el principio de mi nuevo camino. Lo quiero compartir con vosotros que os quiero, que sois importantes para mí, porque cada uno tiene su papel, y porque algunos de vosotros sois parte transcendental de mi descubrimiento, sois el espejo que me ha devuelto la imagen de lo que yo también quiero ser, verdad comadronas?. Afortunada me siento de haberos encontrado y de haber disfrutado de vuestras palabras cuando más falta me hacían, Susana, tú ya lo sabes, todo lo que yo te pueda decir, te admiro, lo sientes, contagias tu alegría y qué bien lo haces, y qué bien que estés para tus embarazadas, gracias para siempre. Concha, admiro tu historia personal y tu determinación por conseguir lo que quieres, nunca pensé que conocería a alguien que descubrió su camino de la misma manera que yo he descubierto el mío, y que para colmo fuera la comadrona que me ayudó a traer a Elsa al mundo, transmites amor por los cuatro costados.
Di a luz a mi Adam un 10 de Junio de hace más de 3 años, y parí a mi Elsa un 15 de Julio de hace 7 meses. Las palabras son para mí insuficientes para expresar lo que sentí cuando después de sentirlos durante meses en mi interior, pude tocarlos, verlos, estaban allí conmigo, con nosotros, habían salido de mi vientre. Os quiero infinito mis niños, mis tesoros. He aprendido tantas cosas desde que soy madre...