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viernes, 26 de junio de 2009

England again

Esta entrada no tiene ni acentos ni enes con la rallita encima, entre otras cosas, porque esta escrita desde un teclado ingles. Alguna palabra puede resultar algo divertida.

Como cada ano, hemos venido a Inglaterra a pasar unos dias con mi cunado y familia. El ano pasado no vinimos ya que el embarazo me lo impidio un poco y en Julio nacio Elsa.

Lo estamos pasando muy bien y a mi personalmente me encanta venir de vez en cuando, a disfrutar de este paisaje tan distinto, de la gente, los supermercados que son la leche, la comida, el aire Ingles, y sobretodo de la familia. Los ninos lo pasan en grande, nuestros dos pequenos juegan con sus dos primos, nino y nina tambien. Las costumbres y maneras de los Ingleses tambien me gusta vivirlas de cerca, porque a decir verdad Nick, mi marido, ya ha perdido ese aire distintivo en su acento y maneras, se ha transformado en un latino tremendo rubio y de ojos azules, pero es cierto que su esencia inevitablemente es inglesa, lo cual me gusta mucho. Cuando nos casamos hubiera podido cambiar su nacionalidad, pero que sentido tenia?, ninguno, es Ingles y asi debe ser.

Me encanta tambien el cambio de horario por lo que se refiere a la hora de hacer las cosas, salir de compras, comer y cenar, etc... Lo cierto es que como lo hacemos todo antes, la sensacion de que se hace tarde no existe, y lo adoro. En Espana nos pasamos el dia en la calle, que ya va con nuestro caracter y clima, y apuramos el tiempo. Me gusta mucho lo recogiditos que estamos aqui. Seguramente a esta hora en Espana me estaria cociendo viva en casa, aqui no, aunque hace mucha calor.

Es divertidisimo oir a los ninos hablar entre ellos, porque claro esta que aunque Adam habla ingles, su ingles es aprendido en casa con nosotros, especialmente con su padre de forma innata, libros, peliculas, en el cole, pero no por el contacto con otros ninos. Hoy ha habido un momento divertidisimo cuando Adam le ha preguntado a su primo Ben - Ben, would you like a bikini? (Ben, quieres un bikini) y Ben ha respondido - What? (Que?), ya que bikini no es un sandwich de jamon y queso tostadito sino un traje de bano. Un bikini aqui se llama "toastie". Esta es una de muchas.

Cuidaros mucho y que tengais un fabuloso fin de semana.

Bye!!!

PD: pondre un foto que adorne esta entrada cuando vuelva, desde aqui no puedo!!!

jueves, 18 de junio de 2009

Cesáreas innecesarias

La cesárea es sin duda uno de los mejores inventos médicos del siglo XX, pues salva las vidas de madres y bebés, madres que hasta el siglo XIX morían sin remedio y si sobrevivían era por fortuna pura.
En Roma, 700 a. de C. se creó una ley que daba el derecho a la vida a los bebés tras la muerte de la madre. La palabra cesárea deriva de "caesus" (corte), y a los niños extraídos por un corte se les llamaba Cesón o César. Es un mito que Julio César naciera por cesárea, porque su madre vivió muchos años y en aquel entonces ninguna mujer sobrevivía a la operación.

Lo desagradable de esta intervención es que se ha convertido en un modo habitual de nacer. La OMS (Organización Mundial de la Salud) informa de que el porcentaje normal de cesáreas no debe superar el 15% de los nacimientos. En nuestro país hemos pasado de un 9,7% en 1984 a una media de un 29% en la actualidad, media porque en los centros privados algo más del 35% de los partos son por cesárea y en los hospitales públicos el 21,57%. Aquí también cabría cuestionar las cifras disparatadas, en especial de las clínicas privadas y el criterio médico, en el que debemos incluir la conveniencia de que un parto no se desarrolle durante el fin de semana o las vacaciones del obstetra responsable de la mujer embarazada. ¿Es eso criterio médico?. Esta problemática es mundial, excepto en países como Inglaterra, Holanda, países Escandinavos, en los que parir es un proceso fisiológico y ni siquiera te aplican epidural a no ser un caso excepcional. Hay otros medios para enfrentarse al parto, otra mentalidad.
Este aumento de cesáreas está relacionado con varios factores, como por ejemplo el nivel económico actual y por tanto el recurrir a la sanidad privada, el abuso de la medicalización que en muchos casos, por efectos secundarios de los fármacos utilizados por rutina, el parto acaba por no completarse y la solución es la cesárea, inducciones a parto innecesarias cuando el cuerpo no está todavía preparado para parir. La cesárea puede tener efectos secundarios físicos y psicológicos, los cuales la mayoría de las mujeres los ignoran a no ser que los hayan padecido en carne propia. La cesárea es cirugía mayor. No hablemos de la cesárea como si fuera una insignificante intervención ambulatoria.
El parto vaginal favorece la relación madre-bebé, haciendo de esa vivencia una experiencia compartida y de conexión absoluta. La cesárea, si no es respetada, así como cualquier otro parto, y respetada significa que podamos estar acompañadas por quien queramos durante la intervención, que no se lleven a nuestro bebé lejos de nosotras, que nos expliquen lo que ocurre, que podamos tocar a nuestro bebé inmediatamente tras la extracción, que podamos amamantarlo en cuestión de minutos, que nos traten con cariño en un momento tan transcendental, en definitiva que estemos acompañadas y apoyadas emocionalmente. Si todo ésto no se cumple es entonces cuando podemos encontrarnos completamente desamparadas ante nuestra maternidad, por habernos sentido incapaces de parir, por haberse roto el vínculo preparado y que esperaba acoger a nuestro hijo, y del cual hemos sido separadas, en la mayoría de los casos sin necesidad.
Las mujeres tendríamos que viajar a nuestro interior dónde nuestros instintos más ancestrales habitan, y redescubrir nuestro poder para dar vida y conectarnos de nuevo con nosotras mismas y nuestra naturaleza. ¿Cuánto de desnaturalizado está el sexo femenino? ¿por qué hay mujeres que solicitan directamente la cesárea?. La respuesta podría estar en nuestro alrededor, las relaciones entre las personas, el modo de vida de la sociedad occidental. A la Humanidad nos ha llegado el momento de meditar de verdad, sobre la vida, y como llegamos a ella.
Volvamos a nosotras y descubramos de nuevo lo que somos capaces de hacer.

Libro recomendado
¿Nacer por cesárea? Evitar cesáreas innecesarias, vivir cesáreas respetuosas
De Ibone Olza y Enrique Lebrero Martínez


viernes, 12 de junio de 2009

Adam ya tiene 4

El miércoles 10 de Junio mi niño Adam cumplió 4 años. Ya hace 4 años de aquel día en el que él mismo decidió que había llegado el momento de conocernos, desde entonces la vida es mejor, aunque requiera un aprendizaje constante para todos.

El domingo pasado lo celebramos en casa con sus pequeños amigos habituales, se sumaron padres, amigos y familiares, y por descontado todos lo pasamos en grande. Hubo un momento en el que pensé "Dios mío, cuánta gente", pero cuando vi en el vídeo la carita que tenía cuando le cantábamos el Cumpleaños Feliz... pues que quiero darle todos sus momentazos como lo fue éste. Además el pastel era un cohete con propulsores incluidos el cual impresionó a grandes y pequeños. Ahí la abuela Inglesa estuvo insuperable.

Adam sufrió de resaca emocional al día siguiente, porque en cuanto abrió los ojos a las 6 de la mañana se vino a nuestra cama y sólo quería hablar de quién le había regalado qué. Se volvió a dormir y después otra vez, además de hablar de cosas varias al respecto de su fiesta.

Luego nos fuimos al cole.


viernes, 5 de junio de 2009

Roles sexistas

Leí hace tiempo que se había hecho un estudio con niños para determinar que tipos de juegos desde muy temprana edad preferían dependiendo de si eran niñas ó niños. Eran niños y niñas no expuestos a nuestra sociedad en la que prácticamente todo queda determinado en femenino y masculino, colores, juguetes, tareas, responsabilidades... El resultado fue que los niños tendían a jugar más con coches y las niñas a juegos más organizados con muñecas o sin ellas.
Es cierto que desde bien pequeños los niños tienden a jugar más a juegos de contacto físico y las niñas no, lo cual a mí me parece de genética natural, aunque por supuesto salvemos las excepciones. Todo esto significa que aún existiendo una tendencia en los juegos, los niños disfrutan simplemente jugando, por tanto comparten la parcela del juego y por tanto que más da que jueguen con una pelota ó con una plancha, que elijan ellos ( es que a mi hijo le encanta la plancha, yo por cierto la odio). En resumen, los prejuicios no los tienen los niños sino nosotros los adultos. Involucrarlos en las tareas cotidianas y profesionales mediante el juego es nuestra herramienta para educar personas polivalentes ante la vida y tolerantes.
Cuesta escapar de los hábitos de una sociedad que los asume como normales.

Toda esta reflexión viene motivada porque Adam me dijo hace un par de días "Mamá, tú eres una mamá y no vas a la oficina", se me pusieron los ojos como platos y tanto yo como su padre le explicamos porqué (versión adaptada), y también le explicamos que cuando él era pequeño yo sí que iba a la oficina y era Papá quién se encargaba de darle el desayuno y llevarle al cole, puso ojos para hacer memoria y respondió con un "sííí" de me cuesta recordar pero me suena de algo.

¡¡¡A estos locos bajitos no se les escapa detalle!!!

Mirad "Las niñas y los niños somos iguales"