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viernes, 5 de febrero de 2010

Un portazo en mis narices

Hoy no sé...Antes de ayer por la noche me llamó una amiga que es Enfermera Reflexóloga y me dijo que había conseguido cita con la coordinadora de comadronas de la zona donde vivimos. Es algo de lo que habíamos hablado pero esperaba que se diera con más calma. En fin, que como la coordinadora está ocupadísima pues teníamos que aprovechar la oportunidad y presentarnos en su consulta, ayer por la mañana, para hablarle de lo que hacemos y que posiblemente pudiéramos aportar. Mi amiga, ofrece sus conocimientos como reflexóloga para embarazadas, bebés, menopausia, etc... la coordinadora le ofrece 10 minutos de la reunión mensual con comadronas para exponer su propuesta, y así dar la opción a estas de realizar un trabajo conjunto. Llega mi turno, yo tranquila, sin nada que perder, siendo consciente de que las Doulas no son el plato favorito de las comadronas, pues me presento sencillamente y le digo que me estoy formando como Doula. Instantáneamente pone cara de... ¿poker?, a lo que yo respondo seranamente "¿qué opinión tienes?" y la respuesta fue "mejor no te respondo". Me dejé llevar por mi intuición, y entendí que no era contra mí, sino contra la figura en sí. Ella poco a poco se suavizó cuando me escuchó y entendió porque estaba yo allí intentando aportar algo. Vi desconocimiento, me dijo que cree que estamos equivocadas (¿equivocadas con qué?), y eso no es algo que yo pueda solucionar en un encuentro de estas características, es un trabajo muy lento de difusión y de que comadrona y doula quieran acercarse y reconocer el objetivo común, el bienestar de la mujer y el bebé, su positiva vivencia ante la maternidad, y asumir ciertos cambios en los protocolos actuales ante el parto.
Me preguntó si soy madre, y que tal mi maternidad. Me dijo que de ninguna manera me dejaría entrar a la reunión con las comadronas, porque no me dejarían hablar, que algunas sí son abiertas y que algunas son demasiado duras y me harían daño. Vi en sus ojos algún tipo de solidaridad, y además creo que se dio cuenta que podía ser bueno abrirse un poco ante las personas que ofrecen algo, porqué no escuchar.
Llegado cierto momento entendí que ni siquiera le dejaría el resumen de lo que yo concibo como mi actividad, y mi preciosa tarjeta, ¡nueva!, sin embargo fue ella la que me sugirió que si le quería dejar algo que lo cogería. Mostró interés. Por tanto, mi conclusión es positiva, hice más yendo que sin ir, vio mi cara y escuchó mis motivaciones. Le agradecí su tiempo y que fuera tan sincera conmigo, podía mirarla a los ojos, tranquilamente, sin reproche, y cierto es que hubo un par de ocasiones que retiró ella misma la mirada. Las personas tenemos que mirarnos más, intentadlo con conocidos, veréis que incómodo resulta.
Cuando salimos de allí, yo estaba bien, pero al tomar las escaleras para bajar, le dije a mi amiga "tengo ganas de llorar" y lloré. Lloré porque choqué contra un muro que sabía que existía, porque quiero estar para las mujeres que me necesiten, porque al fin y al cabo es un trabajo al lado de los profesionales, porque muchas mujeres no tienen suficiente durante el postparto con una visita domiciliaria por parte de la comadrona, necesitan escucha y compañía más continuada, y hoy en día las comadronas están sobrecargadas de trabajo. Ojalá el doulaje no existiera, eso significaría que las comadronas tendrían el tiempo para dedicarles, y estoy segura que muchas de ellas (comadronas) se quedan con ganas de darles más pero el tiempo es el que es, y llegan a donde llegan.
También le dije que esta formación me permite estar cerca de la mujer, del nacimiento, de la lactancia..., su mirada cambió.

3 comentarios:

  1. Te felicito, por tu coraje y fortaleza, tienes además una sensibilidad especial para detectar la mirada del otro, eso es inteligencia emocional que debería ser asignatura en el cole. Me alegra que escribas en el blog, así me siento más cerca. Esto no ha hecho más que empezar... Con el corazón y la razón llegarás donde te necesiten, seguro.

    Gran abrazo.

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  2. Muchas gracias Begoña!, tus comentarios están siempre tan llenos de significado. Es como si me conocieras más...

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  3. Hola Vicky:

    No me vas a creer que recien hoy leo un comentario tuyo de hace casi un año!!!!!! que verguenza!!! Revisando unos posts viejos lo encontré...es que no me llegan los avisos de nuevos comentarios...Mil disculpas...

    Estuve leyendo tus dos blogs...seguiré pasando por acá
    Este post me hizo acordar a mis inicios en la carrera y en el área de maternidad: los médicos "regalandote" 10 minutos de su tiempo y a veces desde el prejuicio de que nada es tan importante como lo que ellos hacen...son tiempos, llegara el momento y el espacio..Nunca dejes de asistir a ninguna reunión, pueden salir cosas inesperadas...
    Un beso.
    vero

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