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jueves, 26 de febrero de 2009

Carta a Adam el 17/03/2005: "Antes de que estuvieras"



Siempre lo supe. Sé que quería ser madre desde muy joven a pesar de los miedos y preguntas típicas de una adolescente. En aquel entonces era un sentimiento unilateral porque no tenía con quién compartirlo, hasta que conocí a tu papá. Desde el primer momento en el que Daddy y yo nos conocimos, tú estabas en nuestro pensamiento, un pensamiento que ahora se convertirá en realidad.

El día que supimos que existías dentro de mí, sentimos una felicidad impresionante y una emoción que no es posible expresar. Entonces comenzó un proceso de cambios, dudas, preguntas, sensaciones y también preocupaciones, ya que lo único que nos importaba era que estuvieras bien.

¡¡¡Qué ganas de decírselo a todo el mundo!!! Qué secreto tan bien guardado, hasta que llegó el momento de poder decirlo, para el cual no podíamos esperar.

A medida que mi tripa crece, crecen también unos lazos de unión entre tú y yo que sé que nunca se podrán deshacer. Muchas veces oímos que no es lo mismo para un padre, pero desde luego que tu padre es el hombre más especial de este mundo y los lazos de los que te hablo nos unen a los tres por igual, a decir verdad entre él y yo ya existen dos lazos que nada ni nadie podrán desarmar, el amor que nos une y tú.

Me siento por las noches en el sofá y me dedico a acariciarme la barriga y a observar cuando te mueves. Daddy pega el oído a ella para escucharte y dice que oye el latir del corazoncito que tienes. También te habla y te dice las cosas que vais a hacer juntos cuando nazcas. ¡Cómo le vas a querer! ya verás.

Dentro de tres meses estarás aquí y ya estamos preparando tu habitación y tus cositas. No queremos que te falte nada cuando llegues a casa. Estamos impacientes por verte. Como somos novatos, no sabemos que nos falta o que no, aunque a mí me da la sensación de que nos falta todo.

Si supieras las veces que pienso en el momento en el que te dé a luz no lo creerías. Tengo tantas ganas de vivir ese momento que no tengo miedo a nada. Imagino como vas a salir de dentro de mí y me emociono, así que ya entiendo que no podré explicarle a nadie lo que sienta, un sentimiento al que no habrá nada en la vida que se le asemeje lo más mínimo. Tú papá estará también allí y sólo él sabrá lo que estoy escribiendo ahora, y yo sabré lo que él estará sintiendo. No se puede compartir nada más grande en la vida. Sé que nuestras miradas se fundirán al tiempo en que te toquemos por primera vez.

¿A quién te parecerás? Estoy impaciente por verte, y estoy impaciente por que me mires. ¡Te he visto en una ecografía 4D y eres tan bonito! y se te ve tan tranquilo.

Si pudiéramos recordar todos el tiempo que pasamos en los vientres de nuestras madres, eso sí sería un regalo de la naturaleza, aunque la vida en sí ya lo es, ¿no?.

Hijo, te enseñaremos todo lo que sabemos, para que distingas lo bueno de lo malo, porque lo importante de verdad es ser buena persona e intentar dejar el egoísmo y la incomprensión a un lado.

Todas esas cosas que tu padre y yo consideramos importantes son las que queremos darte. Cuando seas mayor y llegue el momento en el que te sientas orgulloso de lo que haces, entonces no nos lo agradezcas sólo a nosotros, agradéceselo también a tus abuelos porque ellos nos han enseñado a ser como somos.


Te quiero sin fin.


Mamá


1 comentario:

  1. ... ¿preciosa carta? bueno, si dijera eso seguramente me quedaría corta. No sabes qué gran emoción he sentido al leerla... quizás sea por el momento que yo estoy viviendo... no lo sé.
    Todo ese amor que desbordas se contagia y ahora creo que os quiero uin poquito más (si cabía) a los tres (o a los 4!).

    Muaks!!!!!!

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