Búsqueda personalizada

jueves, 30 de abril de 2009

Adam reclamando amor a su manera

Esta mañana Adam se ha levantado muuuuyyyyy blandito. Esto quiere decir que no quería ir al colegio, decía que tenía mucha fiebre, que tenía pedetes, le dolía la barriga, le dolía la cabeza y le molestaba hasta la etiqueta del calzoncillo, uno que se ha puesto cincuenta mil veces y del que nunca había dicho nada, por cierto la he tenido que cortar. Le he observado durante todo el rato, mientras le vestía y mientras hablábamos, y se me ha ocurrido realizar al test de respuesta inmediata. El test ha consistido en decirle "Adam, hoy si no te encuentras bien podemos dejar la bici en casa" (va en bici al cole cada día mientras yo le persigo empujando el carrito con Elsa). La reacción ha sido a la milésima de segundo "no mama, sí que quiero ir en bici!!!" a lo cual le he respondido "ah! vale cariño, pues la llevamos como cada día". Ahí he sabido con certeza que no le pasaba nada, así pues, cuando hemos ido a desayunar lo he sentado en mi falda, he hecho el mismo desayuno para los dos, le he abrazado, acunado y besándole repetidamente le he dicho "te quiero mi amor, quién es mi niño más especial, mi Adam precioso, qué bien hueles, quién tiene los ojos más bonitos del mundo, como te quiero mi vida linda, linda, linda", y Adam tras la primera frase ha sonreído con la satisfacción de que había obtenido lo que necesitaba en ese momento y lo que quería por encima de todo. Con su mirada dulce y única me ha dicho lo feliz que se sentía de escucharme y eso para una madre es lo máximo. A partir de ese momento su estado y actitud han dado un giro de 360 grados y no ha vuelto a decir que no quería ir al cole y en la puerta de la clase nos hemos despedido sonrientes como habitualmente.
Muchas veces reaccionamos a la defensiva, enfadándonos, contestando de forma impaciente, simplemente porque no nos hemos parado sólo durante 10 segundos a observar a nuestros hijos. Ellos utilizan su idioma para decirlo todo, y nosotros debemos aprenderlo prestando atención y escuchando, poniendo todo nuestro interés. La satisfacción que se experimenta al darle a tu pequeñ@ lo que te pide (necesidad emocional) es infinita y mucho más cuando las palabras utilizadas no tenían nada que ver con el "problema" real.

1 comentario:

  1. Cómo me ha gustado. Mi niña ha ido hoy al cole después de unos días, pero está todavía malita con diarrea que aunque mejor, no le deja llevar una vida normal. La pobre tan pachucha ha demandado mucha atención y los mimos que le regalo me los regalo a mi misma que también me hacen falta.

    Gracias por plasmar la cotidianidad de lo pequeño como algo tan inmenso.

    Cariñitos.

    ResponderEliminar