Siempre supe que quería ser madre, desde niña. Tengo dos hijos preciosos, Adam y Elsa. El deseo de ser madre me ha hecho vivir ambos embarazos de una forma realmente intensa y especial. He tenido dos partos completamente diferentes, una cesárea el primero y parto vaginal el segundo.
El parto y la experiencia de ser madre es para mí la vivencia más increíble y la que me ha hecho descubrir facetas personales que desconocía, ahora sé mucho mejor quien soy y cómo soy, suena raro, ¿verdad?. Conozco mi capacidad de amar de forma incondicional, la paciencia infinita ( a veces no claro), he aprendido a observar y a escuchar más, he desarrollado una enorme capacidad de organización, y por fin he logrado entender a mis padres.
Mi primer postparto fue duro y me costó aceptar que mi hijo tuviera que nacer por cesárea urgente tras intentar parirlo como yo esperaba hacerlo, y con mi marido a mi lado. Físicamente me sentía muy débil y anímicamente también, lo cual duró alrededor de cuatro meses, pero a partir de ahí empecé a recuperarme. Tenía sensaciones contradictorias, felicidad como la que jamás había sentido antes y tristeza que me hacía sentir culpable, tenía a mi hijo, lo mejor, ¿cómo podía ser posible que me sintiera triste?.
El grupo postparto me ayudó muchísimo, me ayudó a darme cuenta de que a todas las madres nos pasan cosas similares, y que todas nosotras tenemos miedos, preocupaciones o estres del mismo tipo durante este periodo de postparto, también compartíamos la falta de sueño. Cómo yo digo "te das cuenta de que no estás sola en el mundo, y que no eres la única".
La herida emocional que me causó mi primer parto, que aunque curada dejó una cicatriz muy importante, desapareció por completo en el momento en que parí a mi hija, que es la sensación más impresionante e indescriptible que me ha brindado la vida. Me sentí completa como mujer, no por procrear, eso ya lo había hecho, sino por parir, me faltaba eso. Vi, sentí y viví como mi cuerpo es capaz de hacer lo más maravilloso e increíble, PARIR.
Este segundo postparto, debido a que el parto fue lo que quería y que físicamente me recuperé tan rápido que no me lo podía creer, está siendo para mí un postparto ideal de verdad. El cuidado de mi segundo bebé está siendo muy fácil, ahora viene todo rodado, de momento. Sí que tengo que decir que las primeras semanas fueron un poco más difíciles pues me ponía algo tensa cuando los dos necesitaban mi atención a la vez, especialmente mi hijo Adam tenía el don de ser algo inoportuno cuando le daba de mamar a Elsa, pero le entendí y superamos la situación en poco tiempo.
Los cuatro nos hemos adaptado a esta fantástica nueva vida que comenzó el pasado 15 de Julio.
Quiero también deciros que uno de los momentos más emocionantes para mí fue cuando al día siguiente de nacer Elsa, Nick, mi marido, se fue por la mañana a buscar a nuestro hijo, y volvieron juntos para que pudiera conocer a su hermana. El momento en que le vi aparecer por la puerta con su padre, en brazos, con esos ojos expectantes y llenos de curiosidad, que sólo un niño tiene, hizo que mi garganta se cerrara y que las lágrimas cayeran sin remedio. Ya estábamos los cuatro juntos.
Amamanté a Adam hasta los 22 meses y le doy el pecho a Elsa hasta que ella decida que no quiere más. Os animo a las que amamantáis a no abandonar la lactancia, en esos momentos difíciles y de tanta exigencia por parte del bebé. Todo son etapas y todo pasa.
Disfruto mucho observando a otras madres.
He aprendido a darle masajes a mis niños, ellos lo disfrutan mucho y siento mucha comunicación mediante nuestras miradas y el tacto.
Mis hijos, nuestros hijos, son nuestra absoluta prioridad, no hay nada comparable y literalmente me derrito mirándoles. Son un pozo de sorpresas y me hacen ver el mundo desde otra perspectiva, maravillosa, saludable y absolutamente limpia. He descubierto el mundo de los niños, ¡y cuantas cosas me van a enseñar que todavía no sé!.
Gracias a Nick, por su apoyo y cariño , su ayuda en todos los momentos, desde el nacimiento de nuestro Adam, y por vivir su paternidad como yo vivo mi maternidad, igual.
Gracias Susana, por todo, suerte la mía de haberte encontrado, tú me has ayudado más de lo que puedes imaginar, en los embarazos y en los postpartos. Contagias tu positividad y alegría.
Felicito a todas las madres, ser madre es el acto de generosidad más grande.
Hay días que son muy duros.
Vicky
El parto y la experiencia de ser madre es para mí la vivencia más increíble y la que me ha hecho descubrir facetas personales que desconocía, ahora sé mucho mejor quien soy y cómo soy, suena raro, ¿verdad?. Conozco mi capacidad de amar de forma incondicional, la paciencia infinita ( a veces no claro), he aprendido a observar y a escuchar más, he desarrollado una enorme capacidad de organización, y por fin he logrado entender a mis padres.
Mi primer postparto fue duro y me costó aceptar que mi hijo tuviera que nacer por cesárea urgente tras intentar parirlo como yo esperaba hacerlo, y con mi marido a mi lado. Físicamente me sentía muy débil y anímicamente también, lo cual duró alrededor de cuatro meses, pero a partir de ahí empecé a recuperarme. Tenía sensaciones contradictorias, felicidad como la que jamás había sentido antes y tristeza que me hacía sentir culpable, tenía a mi hijo, lo mejor, ¿cómo podía ser posible que me sintiera triste?.
El grupo postparto me ayudó muchísimo, me ayudó a darme cuenta de que a todas las madres nos pasan cosas similares, y que todas nosotras tenemos miedos, preocupaciones o estres del mismo tipo durante este periodo de postparto, también compartíamos la falta de sueño. Cómo yo digo "te das cuenta de que no estás sola en el mundo, y que no eres la única".
La herida emocional que me causó mi primer parto, que aunque curada dejó una cicatriz muy importante, desapareció por completo en el momento en que parí a mi hija, que es la sensación más impresionante e indescriptible que me ha brindado la vida. Me sentí completa como mujer, no por procrear, eso ya lo había hecho, sino por parir, me faltaba eso. Vi, sentí y viví como mi cuerpo es capaz de hacer lo más maravilloso e increíble, PARIR.
Este segundo postparto, debido a que el parto fue lo que quería y que físicamente me recuperé tan rápido que no me lo podía creer, está siendo para mí un postparto ideal de verdad. El cuidado de mi segundo bebé está siendo muy fácil, ahora viene todo rodado, de momento. Sí que tengo que decir que las primeras semanas fueron un poco más difíciles pues me ponía algo tensa cuando los dos necesitaban mi atención a la vez, especialmente mi hijo Adam tenía el don de ser algo inoportuno cuando le daba de mamar a Elsa, pero le entendí y superamos la situación en poco tiempo.
Los cuatro nos hemos adaptado a esta fantástica nueva vida que comenzó el pasado 15 de Julio.
Quiero también deciros que uno de los momentos más emocionantes para mí fue cuando al día siguiente de nacer Elsa, Nick, mi marido, se fue por la mañana a buscar a nuestro hijo, y volvieron juntos para que pudiera conocer a su hermana. El momento en que le vi aparecer por la puerta con su padre, en brazos, con esos ojos expectantes y llenos de curiosidad, que sólo un niño tiene, hizo que mi garganta se cerrara y que las lágrimas cayeran sin remedio. Ya estábamos los cuatro juntos.
Amamanté a Adam hasta los 22 meses y le doy el pecho a Elsa hasta que ella decida que no quiere más. Os animo a las que amamantáis a no abandonar la lactancia, en esos momentos difíciles y de tanta exigencia por parte del bebé. Todo son etapas y todo pasa.
Disfruto mucho observando a otras madres.
He aprendido a darle masajes a mis niños, ellos lo disfrutan mucho y siento mucha comunicación mediante nuestras miradas y el tacto.
Mis hijos, nuestros hijos, son nuestra absoluta prioridad, no hay nada comparable y literalmente me derrito mirándoles. Son un pozo de sorpresas y me hacen ver el mundo desde otra perspectiva, maravillosa, saludable y absolutamente limpia. He descubierto el mundo de los niños, ¡y cuantas cosas me van a enseñar que todavía no sé!.
Gracias a Nick, por su apoyo y cariño , su ayuda en todos los momentos, desde el nacimiento de nuestro Adam, y por vivir su paternidad como yo vivo mi maternidad, igual.
Gracias Susana, por todo, suerte la mía de haberte encontrado, tú me has ayudado más de lo que puedes imaginar, en los embarazos y en los postpartos. Contagias tu positividad y alegría.
Felicito a todas las madres, ser madre es el acto de generosidad más grande.
Hay días que son muy duros.
Vicky
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