Hablamos continuamente de solidarizarnos con el tercer mundo, con la gente desfavorecida, con el dolor de los demás, con las personas desgraciadas, con los parados, los pobres, los abandonados, los solitarios, los discapacitados, etc...y así podríamos continuar y no acabar nunca. No se habla de la solidaridad con los bebés y los niños, y he descubierto desde que soy madre que hay una falta de esta solidaridad para con ellos que pone los pelos de punta. Nos hartamos de oír cosas del tipo: "no lo cojas tanto que se acostumbra a los brazos y luego ya verás", "uy, que no se te meta en la cama que luego no habrá quien lo saque", "un azote bien dado y a tiempo es necesario", "esto se hace porque lo digo yo y porque sí", "como te quedes sólo vendrá el lobo y te comerá", "este niño te tomará el pelo y sino al tiempo"... y de nuevo podríamos continuar y no acabar. ¿Dónde han quedado nuestras necesidades más básicas cuando llegamos a este mundo, para el cual no estamos en absoluto preparados?. Somos mamíferos y como tales nos comportamos, buscamos el calor de nuestra madre, la protección, la seguridad que un adulto nos ofrece, el ser alimentados y queridos, que se nos acaricie y que se nos hable en voz bajita, en definitiva somos cachorros humanos y no nos valemos por nosotros mismos, aprender es nuestra única tarea. Los bebés lloran como único medio de comunicación para expresar hambre, frío, calor, cuando se sienten solos, cuando tienen el pañal sucio, cuando sienten dolor, para que les cambiemos de postura, y mucha gente se empeña en ignorar estas necesidades y en forzar un comportamiento que no puede existir por pura inmadurez del bebé. Los niños crecen aprendiendo, venciendo miedos, recibiendo explicaciones de todo lo que no saben, entendiendo a su modo según su edad, conversando con ellos. Mírale los ojos a un niño cuando se le da una explicación motivada por un mal comportamiento o una simple pregunta por su parte, ahí es donde te das cuenta que son capaces de todo y que tienen ganas de hacerlo bien, tenemos que darles la oportunidad de mostrar sus buenas intenciones, porque las tienen. También quiero mencionar la humillación verbal a la que muchos niños son sometidos con frases del tipo: " como no te portes bien esta tarde no celebramos tu cumpleaños, eres tonto", " mira que eres miedoso, ¿no ves como los demás son más valientes que tú?", "mira como comen todos, y tú te vas a quedar así de chiquitajo", "que torpe eres hijo, ¡hay que hacerlo así!". Este tipo de frases son bastante comunes, y aunque escritas aquí suenan mucho peor, os aseguro que si te solidarizas con los niños e intentas ver el mundo desde su perspectiva, te duele en los más hondo. ¿Y las personas no se plantean el darles a sus retoños lo que necesitan?, bebés o infantes. Yo lo entiendo como la lógica más simple que existe, si un adulto reclama la atención y ayuda de otros, familiares, amigos, compañeros de trabajo,etc, o incluso buscamos unos hombros en los que poder llorar desconsoladamente y que nos abracen, pedimos explicaciones, ¿cómo no darle lo básico de un ser humano a un recién nacido ó a un niño?. Me pregunto en como ha evolucionado la sociedad y cuanto de artificial tenemos en este mundo que se ha olvidado lo más importante, lo que viene escrito como instintivo en nosotros.
Planteo la siguiente cuestión: ¿No creéis que si fuéramos solidarios los unos con los otros desde el principio de nuestros días, seríamos entonces más solidarios en la edad adulta, y tendríamos una mayor capacidad para amar?, quizás entonces no tendríamos que convertir en debate mundial y campañas publicitarias "La solidaridad" para conseguir que unos pocos piensen en los que la necesitan.
Vicky
Planteo la siguiente cuestión: ¿No creéis que si fuéramos solidarios los unos con los otros desde el principio de nuestros días, seríamos entonces más solidarios en la edad adulta, y tendríamos una mayor capacidad para amar?, quizás entonces no tendríamos que convertir en debate mundial y campañas publicitarias "La solidaridad" para conseguir que unos pocos piensen en los que la necesitan.
Vicky
Totalmente de acuerdo... No puedo argumentar mejor tu pregunta que como tú misma lo has hecho.
ResponderEliminarEn este proceso que estoy siguiendo, estoy aprendiendo muchas cosas, y no son cosas que no supiera, quizás sólo se nos van olvidando a lo largo de la vida... En un contexto (el de la adopción) en el que se habla tanto de niños, de todas esas necesidades, de sus miedos, de sus reclamos, te das cuenta de que, al fin y al cabo, todas esas cosas no son exclusivas de un niño adoptado, sino de cualquier niño de forma general, y para todas las personas.
Ojalá la palabra "solidaridad" no existiera, así no tendríamos que recordar nunca que no lo fueron con nosotros o que nosotros mismos no lo somos en muchas ocasiones.
No me canso de repetir, lo mismo que vosotras, ya que a ti Lid sigo gracias a Vicky y me encanta el blog de kenenisa. Lo que hay que hacer es pararse, contemplar, observar, los niños son transparentes y necesitan lo mismo que los mayores,lo que pasa es que los mayores por desgracia hemos aprendido a disimular a aguantarnos si no nos quieren si no nos prestan atención, pero por qué si podemos evitarlo vamos a permitir que nuestros hijos aprendan eso. La inteligencia emocional, una asignatura que los padres debemos impartir. Cariñitos.
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